Julius, comenzó a hablar Slorm, con un tono monótono, y lento, Slorm, se sentía, cansado, los párpados le pesaban pero trató de resistir el sueño mientras escuchaba.
- Mira Slorm, la cosa allá en Hockeim está complicada, a esos malditos aldeanos se les ha ido la cabeza. Que se rebelen de vez en cuando contra el cabeza de chorlito que esté al mando, es bueno, pero esta se han pasado, se metieron en los establos del castillo del señor de Hockeim, agarraron todas las vacas de su amo y organizaron una gran fiesta en honor de Sachemet.Slorm, consiguió recuperarse un poco al escuchar aquella locura, con razón Monseñor Rosemary le mandaba a la zona. Julius continuó:
- El preboste del feudo mandó a soldados al pueblo, pero los aldeanos medio borrachos, embravecidos por el éxito del asalto, consiguieron detenerlos, y los tienen encerrados en una de los graneros, ahora armados, los aldeanos, tratan de llevar la revuelta hasta las mismas puertas del palacio. El señor feudal está fuera, pues eran las bodas de una sobrina suya, estaba previsto que volviera en un mes, pero con la revuelta, en menos de 15 días estará de vuelta, y lo más probable es que queme directamente el pueblo, con todos los aldeanos dentro. Por esto tenemos muy poco tiempo, ¡¡Slorm!! despierta - gritó Julius
Slorm se recompuso y se incorporó en su asiento - Lo siento maese Julius, no me encuentro demasiado bien... - Una leve sonrisa maliciosa se dibujó fugazmente en el rostro de Julius.
- Vamos, ¡Slorm! - continuó Julius - el preboste para evitar problemas, pues sabe que si se quema el pueblo él podría salir chamuscado ha conseguido llegar a un acuerdo con los aldeanos, si se repusieran todos los costes de las vacas, intercedería con el señor en favor de los aldeanos. Y ahí es donde entras tú, debes acudir a la ciudad de Hoarfrost, para reunir allí a un grupo de mercenarios y bajar a las profundidades estigias donde podrás obtener dinero rápido para pagar al preboste.
- Pero si Monseñor Rosemary me encargó ir a Hockeim a investigar, sino voy me descubrirá. - Respondió Slorm preocupado.
- ¡Vaya parece que ya he conseguido despertarte. No te preocupes tengo un plan para solucionar eso, tú coge el caballo y vete a Hoarfrost, tardarás dos días. Allí busca a Francis "El tuerto" en la Posada del Viejo Roble y toma esta bolsa de monedas, con ella podrás contratar a media docena de hombres lo suficientemente locos como para bajar contigo a ese infierno y obtener el dinero suficiente para pagar el silencia del preboste antes de que llegue su señor.
Tras decir esto, golpeó el techo del carruaje y este se detuvo, abrió la portezuela y un enorme caballo grisáceo con calcetines negros pastaba tranquilo junto a un arrollo cercano.
Slorm sopesó la bolsa, había alrededor de unas 600 monedas, suficientes para contratar a un buen número de matones, para hacerse con uno de los tesoros de los Estigios.
- Está bien Julius, sólo espero que sepas como mantener tranquilo a Monseñor Rosemary.
Se despidieron y Slorm montó sobre el caballo, este resopló y comenzó a avanzar por el camino, primero al trote, y poco a poco aceleró hasta el galope tendido, el caballo, parecía volar sobre el camino...
Cuatro horas después, cuando empezaba a anochecer, Slorm llegó a una bifurcación en el camino. Debía ir hacia la derecha, pero una hoguera a unos 300 metros por el camino de la izquierda, le hizo recorrer la espina dorsal, decidió acercarse a ver qué ocurría allí....
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