Escena IV

  Slorm avanzó unos metros a paso lento, observando las sombras que se movían alrededor del fuego, se oían risas y maldiciones. Cuando se acercó un poco más vio a un grupo de unos cinco o seis jornaleros dando dando voces, como si celebraran algo.
 
Al acercarse más, ve lo que les tiene tan entusiasmados, tienen colgado de un árbol, a un hombre, el desgraciado no se ha roto el cuello en la caída y patalea mientras agoniza al quedarse sin aire, está desnudo y tiene todo el cuerpo lleno de moratones y desgarros por los que sangra, mientras muere lentamente, los jornaleros continúan increpándole, escupiéndole e incluso alguno, le lanzan piedras.
Slorm, detuvo el caballo y preguntó a un jornalero:
 - Buenas noches, ¿qué ha hecho ese hombre?
 - Pos, er pringao eze, le pillamoz rezando a la chuzma eza de Zachemet anoche, bueno, a él y a un compinche suyo, le tenemoz en el campamento, le hemos dejao vivo para divertirnos alugo un rato con él. - Responde con su gran boca sin dientras le guiñaba un ojo que aún conserva.
 
 Slorm frunciendo el ceño miró hacia donde indicaba el jornalero, a unos cien metros había unas 3 ó 4 tiendas de campaña, un hombre, también medio desnudo estaba atado a un árbol boca abajo. 
 En esto los vítores atrajeron los atención del sacerdote, el desgraciado que estaba colgado ya había muerto. Slorm notó como la vena de la sien se le hinchaba, acercó la mazo a su maza, pero repiró y trató de tranquilizando, eran chusma pero eran demasiados como para enfrentarse a ellos solo. El líder de la chusma se acercó a Slorm, y ofreciéndole la mano para ayudarle a bajar del caballo.

 Slorm bajó y se arregló la ropa mientras observaba a los otros jornaleros - panda de borregos - pensó...

- Estará orgulloso de mis chicos, sire, menuda paliza le hemos dado a este hereje, si la iglesia me diera permiso acabaría con todos ellos un mes, ¡¡bastardo, cómo gemía el cabrón!!, sería un honor que nos guiara en cómo acabar con él he oído que los sacerdotes sois especialmente ingeniosos a la hora de castigar a impuros... - mientras el líder hablaba jugueteaba en sus manos con el símbolo de Sachamet manchado de sangre que posiblemente hubieran encontrado al recién colgado.

Slorm alzó la mano, y antes de que el jornalero continuara la descargó sobre él dándole un fuerte golpe en el cuello, el jornalero acobardado, tartamudeando dijo - pero, pero sire.....
 
 -¿Qué habéis hecho inútiles?- dijo Slorm iracundo - ¿Qué coño has hecho? la purga de herejes es cuestion de los clerigos no del vulgo. Sabe Imhotep la informacion que hemos perdido por matarlo tan rápidamente, menos mal que queda otro vivo.  ¿Dónde está? Debo sacarle información. Y a ese desgraciado descodgadlo y traed su cuerpo quiero inspeccionarlo.

 Los jornaleros confusos comenzaron a bajar al colgado, y Slorm se dirigió hacia él y tras revisarlo se muerde el labio.... - no hay nada que hacer - pensó Slorm.

 El hombre de las tiendas campaña estaba también muy mal herido, Slorm, aprovechando que los aldeanos estaban alejados le dio la extremaunción según el rito de Sachemet y salió de la tienda para ir al fuego junto a ellos.
 Tras varios minutos de silencio y siendo objeto de las miradas recelosas de los jornaleros, fue Slorm el primero en hablar:
 -Bueno, ¿qué pasó? ¿cómo descubristeis a esos dos?
 - Pues.. sire - comenzó el líder - hace 2 meses que no encontrábamos trabajo, y anoche les descubrimos rezando a esa zorra de Sachemet, seguro que por su culpa no encontrábamos trabajo, ahora Imhotep estará contento con nosotros y nos bendecirá con un trabajo, vos intercederéis por nosotros ante él...
 - Sí, sí,... - respondió Slorm - no os preocupéis. Bueno, debo ir a realizar mis abluciones nocturnas y acostarme, tengo mucho viaje por delante.
 - ¿Y donde vais?, sire.. - preguntó uno de los jornaleros.
 
 Slorm levántandose y sin darle mayor importancia respondió - hacia el Este, hacia el Este.

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